Ejemplo de silva

Ejemplos de silva

 

Definición de silva

La silva no es una forma estrófica, sino una serie indefinida (el poeta puede dar a la serie la extensión de versos que quiera, no hay una prefijada) de versos de 7 y 11 sílabas (heptasíalbos y endecasílabos, respectivamente).
La silva es de origen italiano y fue introducida en la literatura en castellano en el Renacimiento.
En el modelo de métrica clásico, la silva es la estrofa culta que más libertad concede al poeta. De hecho, ése es el origern de su nombre (silva, selva).
Los versops de 7 y de 11 sílabas pueden sucederse en el odenque quiera el poeta y pueden tener un esquema de rimas tal como a él le plazca. Incluso -caso execpcional en la métrica culta clásica- se tolera que haya algún verso que no rime, es decir, algún verso suelto.

 

Ejemplos de silva clásica

 

Luis de Góngora y Argote. Góngora compuso lo que dejó escrito de sus inacabadas Soledades en silvas.
Aquí podemos ver el arranque de la Soeldad I:
Aunque las silvas también suelen escribirse sin separaciones estróficas, adviértase que Góngora separa la serie de versos en estrofas o semi-estrofas, según aspectos argumentales; pero no hay un molde repetido de estrofa, y además,la rima consonante y los versos de 7 y de 11 se suceden sin ningún orden fijo; eso diferencia a la silva de la estancia o canción renacentista (puede consultarse aquí más de un ejemplo de estancia ).

 

Soledades

SOLEDAD PRIMERA (PARTE I)

Era del año la estación florida
En que el mentido robador de Europa
-Media luna las armas de su frente,
Y el Sol todos los rayos de su pelo-,
Luciente honor del cielo,
En campos de zafiro pace estrellas,
cuando el que ministrar podía la copa
a Júpiter mejor que el garzón de Ida,
-Náufrago y desdeñado, sobre ausente-,
lagrimosas de amor dulces querellas
da al mar; que condolido,
due a las ondas, fue al viento
el mísero gemido,
segundo de Arión dulce instrumento.

Del siempre en la montaña opuesto pino
Al enemigo Noto
Piadoso miembro roto
-Breve tabla- delfín no fue pequeño
Al inconsiderado peregrino
que a una Libia de ondas su camino
fio, y su vida a un leño.
Del Océano, pues, antes sorbido,
Y luego vomitado
No lejos de un escollo coronado
De secos juncos, de calientes plumas
-Alga todo y espumas-
Halló hospitalidad donde halló nido
De Júlter el ave.

Besa la arena, y de la rota nave
Aquella parte poca
Que le expuso en la playa dio a la roca;
Que aun se dejan las peñas
Lisonjear de agradecidas señas.

Desnudo el joven, cuanto ya el vestido
Océano ha bebido
Restituir le hace a las arenas;
Y al Sol le extiende luego,
Que, lamiéndole apenas
Su dulce lengua de templado fuego,
Lento lo embiste, y con suave estilo
La menor onda chupa al menor hilo.

No bien, pues, de su luz los horizontes
-Que hacían desigual, confusamente,
Montes de agua y piélagos de montes-
Desdorados los siente,
Cuando -entregado el mísero extranjero
En lo que ya del mar redimió fiero-
Entre espinas crepúsculos pisando,
Riscos que aun igualara mal, volando,
Veloz, intrépida ala,
-Menos cansado que confuso- escala.

 

ANDRÉS BELLO
A la agricultura de la zona tórrida

¡Salve, fecunda zona,
que al sol enamorado circunscribes
el vago curso, y cuanto ser se anima
en cada vario clima,
acariciada de su luz, concibes!
Tú tejes al verano su guirnalda
de granadas espigas; tú la uva
das a la hirviente cuba;
no de purpúrea fruta, o roja, o gualda,
a tus florestas bellas
falta matiz alguno; y bebe en ellas
aromas mil el viento;
y greyes van sin cuento
paciendo tu verdura, desde el llano
que tiene por lindero el horizonte,
hasta el erguido monte,
de inaccesible nieve siempre cano.

Tú das la caña hermosa,
de do la miel se acendra,
por quien desdeña el mundo los panales;
tú en urnas de coral cuajas la almendra
que en la espumante jácara rebosa;
bulle carmín viviente en tus nopales,
que afrenta fuera al m?rice de Tiro;
y de tu añil la tinta generosa
émula es de la lumbre del zafiro.
El vino es tuyo, que la herida agave
para los hijos vierte
del Anahuac feliz; y la hoja es tuya,
que, cuando de suave
humo en espiras vagorosas huya,
solazará el fastidio al ocio inerte.
Tú vistes de jazmines
el arbusto sabeo ,
y el perfume le das, que en los festines
la fiebre insana templará a Lico.
Para tus hijos la procera palma
su vario feudo cría,
y el ananás sazona su ambrosía;
su blanco pan la yuca;
sus rubias pomas la patata educa;
y el algodón despliega al aura leve
las rosas de oro y el vellón de nieve.
Tendida para ti la fresca parcha
en enramadas de verdor lozano,
cuelga de sus sarmientos trepadores
nectáreos globos y franjadas flores;
y para ti el maíz, jefe altanero
de la espigada tribu, hincha su grano;
y para ti el banano
desmaya al peso de su dulce carga;
el banano, primero
de cuantos concedi? bellos presentes
Providencia a las gentes
del ecuador feliz con mano larga.
No ya de humanas artes obligado
el premio rinde opimo;
no es a la podadera, no al arado
deudor de su racimo;
escasa industria bástale, cual puede
hurtar a sus fatigas mano esclava;
crece veloz, y cuando exhausto acaba,
adulta prole en torno le sucede.

(…)

Un ejemplo de silva con algún (uno) verso suelto (tomado de Comentario de texto)

A UN OLMO SECO

Al olmo viejo, hendido por el rayo 11A
y en su mitad podrido, 7b
con las lluvias de abril y el sol de mayo. 11 A
algunas hojas nuevas le han salido. 11B
¡El olmo centenario en la colina 11 C
que lame el Duero! Un musgo amarillento11 C
le mancha la corteza blanquecina 11C
al tronco carcomido y polvoriento. 11 D
No será, cual los álamos cantores 11 E
que guardan el camino y la ribera. 11F
habitado de pardos ruiseñores. 11E
Ej??rcito de hormigas en hilera 11 F
va trepando por él, y en sus entrañas 11 G
urden sus telas grises las arañas, 11 G
Antes que te derribe, olmo del Duero. 11 H
con su hacha el leñador, y el carpintero 11 H
te convierta en melena de campama. 11 I (i)
lanza de carro o yugo de carreta: 11 J
antes que rojo en el hogar, mañana. 11 I (i)
ardas de alguna mísera caseta, 11J
al borde de un camino; 7K
antes que te descuaje un torbellino. 11 K
y tronche el soplo de las sierras blancas; 11 L
antes que el río hasta la mar te empuje 11- (verso suelto)
por valles y barrancas, 7 l (ele)
olmo quiero anotar en mi cartera 11F
la gracia de tu rama verdecida. 11M
Mi corazón espera 7f
también, hacia la luz y hacia la vida, 11 M
otro milagro de la primavera. 11 F

Antonio Machado

Ejemplo de silva asonante

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